Un terremoto de magnitud 7,6 poderoso y poco profundo golpeó las aguas de la costa de Honduras la noche del martes, lo que provocó amenazas de tsunami y advertencias para las costas cercanas del Caribe, que luego fueron levantadas.
No hubo informes inmediatos de daños o lesiones.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés), el terremoto tuvo epicentro en el mar frente a una zona poco poblada a 202 kilómetros al norte-noroeste de Barra Pataca y a 10 kilómetros de profundidad.
En algunos barrios del sur de la capital, Tegucigalpa, los vecinos corrieron a la calle alarmados por el sismo.
El terremoto provocó un aviso de maremoto para Puerto Rico y las Islas Vírgenes de Estados Unidos, dijo el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, pero fue levantado un par de horas después.
“Tenemos reportes de que se sintió en las mayor parte del país, pero no tenemos reportes de daños”, dijo Lizandro Rosales, jefe del Comisionado Permanente de Contingencias (COPECO) de Honduras a la TV local.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, dijo que las autoridades habían activado el sistema de emergencia del país, pero instó a la gente a «mantener la calma».
El terremoto sacudió también las islas hondureñas de Roatán, Utila y Guanaja, pero el evento allí apenas fue perceptible.
“Yo personalmente no sentí nada. Ahorita me llamó un huésped porque escuchó que hubo un temblor y alerta de tsunami pero yo la verdad no sentí nada”, dijo a Reuters Witsel Martínez, recepcionista del hotel Grand Roatán, en Roatán.
El sismo se sintió en Belice y en algunas zonas del sureste mexicano, dijeron autoridades de protección civil, pero sin que se reportaran daños.
Mientras tanto, Cuba, México, Honduras, Belice y Jamaica recibieron advertencias de amenaza de olas de 0.3 a un metro (3.3 pies) de alto.
El algoritmo PAGER del USGS asignó al evento una «alerta verde», lo que significa una baja probabilidad de bajas y daños.
EDICIÓN Nº 862