Por su parte, el embajador de EE.UU. ante la OEA, Carlos Trujillo, reconoció que el tema migratorio es “un gran desafío” para su país y que defienden la reunificación familiar, pero al mismo tiempo pidió a los países de la región “respeto a nuestra soberanía sobre las leyes de inmigración”.
Trujillo expresó que “todos los estados tienen derecho a proteger sus fronteras y todos tenemos la obligación de recibir a los que han sido deportados”.
Asimismo, Trujillo insistió en trabajar conjuntamente con los países involucrados con la crisis migratoria para mejorar la calidad de vida en sus países de origen. “Queremos abordar los temas de seguridad para erradicar el problema de raíz y encontrar soluciones sostenibles para los peligros de la region”.
Los países en conjunto agradecieron la orden ejecutiva del presidente Donald Trump que pone fin la separación de familias migrantes en la frontra, pero resaltaron que todavía existen niños y niñas que no se han reunido con sus padres.
«Reconocemos que los países tienen derecho a establecer sus políticas migratorias, pero éstas deben ser dentro del respeto a los derechos humanos», expresó el embajador de Guatemala ante la OEA.
Por su parte el secretario general de la OEA, Luis Almagro, señaló que la detención de niños y niñas migrantes, así como la separación de sus padres “carece de bases jurídicas y no se inscribe en la tradición del hemisferio y se aparta de los grandes principios que se han establecido”.
Almagro también reconoció que “EE.UU. ha dado un paso muy positivo”, pero al mismo tiempo instó a que se realice una visita in situ de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para velar y garantizar el respeto a los derechos de los más vulnerables como son los menores de edad detenidos en la frontera México-EE.UU.
El secretario general fue enfático en destacar que “los niños no deben pagar el precio de la política”.Voa.
EDICIÓN Nº 1024