Ciberacoso. En 2019, de cada 100 denuncias de maltrato entre estudiantes 14 fueron por ciberacoso, mientras que el 2020 la proporción fue de 100 a 26, según la Superintendencia de Educación.
En un mes en donde se conmemora el día contra el ciberacoso -o cyberbullying en inglés- y en un escenario de distanciamiento social y cuarentenas prolongadas por la Pandemia, esta problemática que afecta principalmente a jóvenes se visualiza de forma aún más compleja, así lo señala Jaime Luengo, coordinador de la Clínica Psicológica de la USS Valdivia.
Justamente, esta semana el Gobierno de Chile lanzó la campaña “Corta la Cadena”, mediante la cual se busca terminar con el ciberacoso, y dio a conocer -en alianza con la Fundación Katy Summer- los resultados del Estudio Nacional sobre el Ciberacoso en Pandemia, con cifras como que un 49% de los jóvenes entre 15 y 29 años reconocieron haber sido acosados virtualmente el último trimestre, de los cuales un 88% fueron amenazados por internet o redes sociales dentro del mismo período.
Como indica Jaime Luengo, coordinador de la Clínica Psicológica de la USS Valdivia, “la UNESCO define ciberacoso como todo aquel hostigamiento por medio de correo electrónico, teléfono celular, mensajes de texto y los sitios web difamatorios”, cuyos alcances en niños y adolescentes “están por lejos de ser simples, dada la importancia del contexto social para estas etapas evolutivas, en donde el auto concepto se ve en muchos aspectos mediado por nuestros pares”, sostiene.
“Su aparición puede conflictuar las esferas más íntimas de sus víctimas; a su vez, todos experimentamos la realidad mediados por las emociones, y nada más complejo que la angustia, tristeza o rabia devenida de la sensación de recibir un ataque continuo a través de un medio digital en donde se queda tan expuesto, en edades donde aún no se cuenta con los recursos psicológicos personales para hacer frente a dichas situaciones de forma autónoma”, recalca.
Respecto al contexto de crisis sanitaria y los continuos confinamientos, el académico de la USS apunta que ello conlleva a “una distancia de espacios sociales protectores”, por lo que es imprescindible que, “padres, madres y cuidadores presten atención a señales visibles en la conducta que llamen la atención de lo habitual en sus hijos/as, tales como cambios bruscos de humor, ánimo bajo con decreciente motivación por contacto con pares, ritmos de usos de plataformas sociales poco usuales, alteraciones en ritmos de sueño o apetito, que puedan dar luces de que algo ocurre”, remarca.
Por lo anterior, Luengo señala que es esencial que las instituciones de educación, padres y apoderados ahonden en cuanto a estrategias de prevención y reparación. “Se debe abordar directamente a los hijos/as en el marco de una conversación en donde se procure favorecer un ambiente contenedor y de confianza, que permita dilucidar las motivaciones tras los cambios observados o inclusive se pudiese consultar con un profesional de la salud mental, como un Psicólogo/a que les oriente y ayude a definir la situación de lo que ocurre”, precisa.
Ahora, desde el sistema educacional para el manejo de estas situaciones, el coordinador de la Clínica Psicológica de la USS Valdivia, Jaime Luengo, subraya que se vuelve relevante que los establecimientos cuenten con Manuales de Convivencia actualizados a las problemáticas emergentes, considerando además la contingencia producto de la Pandemia. “Esto para contar con protocolos de manejo adecuados y atingentes que permitan intervenciones oportunas, pero también que promuevan espacios preventivos con los estudiantes en los distintos niveles de sensibilización respecto a los alcances de las redes sociales y la responsabilidad en su uso”, acota.
“Por otro lado, será misión de los padres, madres y/o cuidadores mantener una supervisión continua del uso de redes sociales de sus hijos/as -acordes a sus distintas edades- como también, prestar atención a los cambios evidenciables en su conducta”, agrega.
Asimismo, cuando se observan conductas de riesgo y/o alteraciones en la esfera conductual o emocional, “lo mejor es consultar con un profesional; en relación a ello, la Clínica Psicológica de la U. San Sebastián se encuentra acogiendo pacientes nuevos infanto-juveniles desde los 10 años y a pacientes adultos, realizando atenciones en modalidad online gratuitas a la comunidad, siendo esta una alternativa para nuestra población”, concluye el Psicólogo.
Del estudio de Gobierno, un 18% de los encuestados confirmaron haber cometido acoso los últimos tres meses una o más veces.