Estos días, sin duda, son de profundo dolor para muchos que luchamos por la democracia, para muchas personas y familias afectadas directamente por la represión por pensar distinto, para muchos de nosotros que estuvimos ahí, para quienes fuimos torturados, para quienes fueron exiliados y para quienes todavía sienten el silencio hiriente y cruel de la no respuesta ante el detenido desaparecido. Estos días son de memoria, que es presente para permitir la reconstrucción humana del futuro. Estos días, son para asumir también los errores, como los horrores , para reflexionar y para comprometernos en la justicia, en la democracia y en el respeto por los derechos humanos, como en la reparación y no repetición.
A diario vemos un país muy polarizado, con visiones muy distintas de hechos históricos objetivos, una sociedad dividida, que no ha aprendido, muchas veces egoísta, que no empatiza con el dolor, con elementos negacionistas abiertos a la posible repetición que asusta, que coloca en duda los elementos centrales del entendimiento y de la necesaria convivencia, donde nos obliga trabajar muy honestamente hacia las bases de la unidad, del bien común, de la construcción de una mejor sociedad, justa y solidaria. ¡Señalamos con honestidad que nuestro corazón no tiene ni odio ni revanchismo!
Valoramos mucho la firma del “Compromiso por la Democracia, Siempre”, firmado por el Presidente Gabriel Boric y los ex Presidentes Sebastián Piñera, Michele Bachelet, Ricardo Lagos y Eduardo Frei. Un acto generoso y honesto, reflejo del reconocimiento a esta gran herida social instalada en Chile, que nos debe motivar a trabajar en unidad de propósitos, a pesar de la diversidad de opiniones, de la diversidad a veces posiciones y ideologías políticas. Tenemos que buscar una centralidad, una mirada común, que nos permita construir el país que nuestros hijos e hijas merecen, sin lugar a dudas la defensa de la Democracia, el respeto a los DD.HH, la no violencia, el desarrollo humanista y la protección de la biodiversidad, son elementos claves en ese compromiso.
El Chile de hoy nos demanda justicia, nos demanda trabajar por las grandes causas, por la disminución de la concentración de la riqueza; por una educación y salud de calidad que de dignidad y oportunidades a las personas; un sistema de pensiones digno para las y los adultos mayores; una relación adecuada con nuestra naturaleza y biodiversidad, que nos permita prevenir un colapso climático de proyecciones fatales. También nos demanda mayor seguridad en nuestros barrios, la erradicación y el control del narcotráfico y la delincuencia y; nos exige preocupación por la primera infancia, establecer valores de respeto, solidaridad, amor, igualdad y justicia, entre tantos otros, que nos permitan establecer una base para el desarrollo de la vida en comunidad, en plenitud, en paz, en convivencia y respeto por los demás.
La memoria hoy sigue estando presente!!, es parte del escenario regional que debemos mantener y cuidar. Esa memoria personal y colectiva en la paz cultivada de nuestros corazones es la garantía de la construcción de una Región como de un Chile Justo, Bueno y de un Bello Futuro.