El asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, tiene previsto ofrecer un discurso ante exiliados cubanos en Miami, donde se espera más sanciones para presionar a los gobiernos de la región que siguen apoyando al presidente en disputa de Venezuela, Nicolás Maduro.Compartir
El gobierno de Estados Unidos anunciará el miércoles sanciones adicionales a Venezuela, así como a Cuba y Nicaragua, en la más reciente medida contra los gobiernos socialistas en el hemisferio occidental.
La administración del presidente Donald Trump ha dado prioridad a la expulsión de Nicolás Maduro de Caracas, y al reconocimiento del líder de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, como presidente, una acción tomada también por más de 50 países.
Previo a un discurso que ofrecerá el miércoles en Miami el asesor de Seguridad Nacional John Bolton, un alto funcionario de la administración enfatizó que todas las opciones permanecen en la mesa con respecto a Venezuela, argumentando que el país sudamericano está «cada vez más cerca de un punto flexible».
«Queremos una transición pacífica del poder, pero estamos decididos a que haya una transferencia de poder», dijo el alto funcionario de la administración. «Que Maduro y sus amigotes se preocupen por lo que eso significa».
En respuesta a una pregunta de la Voz de América sobre la creciente impaciencia por una acción más estricta por parte de Washington entre los militares venezolanos que han cambiado silenciosamente su lealtad a Guaidó, el funcionario de la administración dijo que «la máxima presión» aplicada por el gobierno de Trump en los últimos tres meses «ha estado cerca de detener a todo el gobierno».
El funcionario agregó que «es un error decir que las cosas se han estancado».
Como parte del esfuerzo por desalojar a Maduro, Estados Unidos también está presionando a Cuba.
«La presión real encima del gobierno de Venezuela hoy es de 20.000 a 25.000 cubanos», según indicó el funcionario estadounidense de alto rango. «Pero para los cubanos y los rusos podría haber terminado ahora», señaló.
Además, el gobierno de Trump declarará el miércoles que permitirá, por primera vez, que se presenten demandas en Estados Unidos contra todas las compañías extranjeras en Cuba que utilizan propiedades que fueron confiscadas a ciudadanos estadounidenses en la década de 1960 durante el gobierno del fallecido expresidente cubano Fidel Castro.
Lea: EE.UU. permitirá demandas por empresas confiscadas por Cuba.
Los países europeos han expresado preocupación por el levantamiento de las exenciones en el Título III de la Ley Holmes-Burton de 1996.
«Tendrá algún efecto económico», consideró el funcionario de la administración, quien confirmó que funcionarios europeos, algunos de los cuales pidieron a EE.UU. que no levanten las exenciones, han sido notificados con anticipación de que la medida será tomada por Washington.
«Tienen derecho a demandar. Y estamos preparados para verlos fracasar», dijo el funcionario sobre la acción legal anticipada de levantamiento de las exenciones que también podría dañar los esfuerzos de Cuba para atraer inversión extranjera adicional.
Acorde a la política de Trump hacia Cuba
«Permitir estas demandas marca otro objetivo propio en la política de Cuba del presidente Trump», dijo James Williams, presidente de Engage Cuba, que cabildea por la normalización de los lazos de Estados Unidos con la isla comunista. «Esto no castiga al gobierno cubano; lo libera».
Williams dijo a la VOA que las compañías estadounidenses y europeas, que tenían permiso para hacer negocios con Cuba, serán las perjudicadas por la acción, y Washington debe negociar una compensación directa del gobierno cubano por la confiscación de propiedades.
La administración de Trump también está lista para hacer cumplir el Título IV de la misma legislación del Congreso que otorga al gobierno de Estados Unidos «la autoridad para negar las visas o retirar las visas de aquellos que trafican con propiedades confiscadas» en Cuba, explicó el funcionario de la administración estadounidense.
El funcionario discutió las acciones inminentes con un grupo de reporteros el martes en la Casa Blanca. Buscó llamar la atención sobre el discurso del miércoles de Bolton, describiéndolo como el segundo capítulo de otro otro pronunciado por el asesor de Seguridad Nacional en noviembre pasado en Miami, donde se refirió a «la troika de la tiranía».
Lea: Bolton anuncia nuevas sanciones contra gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
En el discurso del miércoles se dirigirá a los exmiembros de la Brigada 2056, un grupo de exiliados cubanos patrocinados por la Agencia Central de Inteligencia, que fracasó en un intento de derrocamiento del gobierno de Castro en 1961, conocido como la invasión de Bahía de Cochinos.
Un embargo económico de seis décadas de antigüedad a Cuba por parte de los Estados Unidos sigue vigente.
Durante la administración del presidente Barack Obama, hubo iniciativas de Washington para calmar las turbulentas aguas a lo largo de los 150 kilómetros que separan a Florida y a Cuba, pero la administración de Trump ha vuelto a un enfoque de la era de la Guerra Fría hacia La Habana.
«Es irónico que el presidente [Donald] Trump tome esta decisión marginal después de que la Organización Trump haya trabajado durante años para abrir un hotel y campo de golf Trump en Cuba», dijo Williams a la VOA. «Tenemos 60 años de historia que muestran que tenemos que probar algo nuevo. El pueblo cubano y estadounidense merecen algo mejor», indicó.
La fecha elegida para el discurso de Bolton en Miami encierra un simbolismo especial para los exiliados cubanos, quienes apoyaron principalmente al presidente Donald Trump en las elecciones de 2016. El 17 de abril marca otro aniversario de la fallida invasión de Bahía de Cochinos en 1961. Voa